La "obsolescencia programada" de los sistemas operativos


Ya hemos oído hablar de la obsolescencia programada, un tema que preocupa actualmente a los consumidores de cualquier producto existente en el mercado y que quiero aprovechar para enlazar con los sistemas operativos.

Resulta que los fabricantes de productos y servicios planean en la fase de diseño de los mismos el periodo de vida útil de la que gozará dicho producto o servicio. De esta manera, el consumidor adquiere el mismo producto (ya sea del mismo fabricante o de la competencia) de manera continuada. Existía el riesgo de que tuviera lugar una reacción hostil por parte del consumidor, que ya es consciente de esta realidad y no parece que vaya a cambiar ni lo más mínimo su manera de enfrentarse al mercado.

Cada cierto tiempo (suelen ser espacios de entre uno y dos años), nacen nuevos sistemas operativos que, además de mejorar (generalmente) lo anterior, logran "desbancar" de alguna manera a las versiones anteriores. Obviamente, esas versiones anticuadas quedan en un segundo plano ante el boom de las más inmediatas, pero no dejan de utilizarse. A pesar de que los sistemas operativos más antiguos continúan en vigor, con el tiempo necesitas estar lo más actualizado posible en cuanto a tu equipo si deseas sacarle el mayor partido a tus actividades informáticas.


Ante todo quería dejar claro que no es el mismo caso el de la obsolescencia programada (en este caso la utilidad del producto desaparece completamente) y el del continuo reemplazo de unos sistemas operativos por otros (todas las versiones siguen vigentes aún existiendo otras más nuevas).

Es interesante ver cómo pretenden sacar partido a sus inversiones en el lanzamiento de nuevos S.O. las empresas como Microsoft y Apple, representantes de Windows y Macintosh, respectivamente. Sobre todo en el caso de Windows, que cada dos años tiene en el mercado un nuevo sistema. Mi teoría, o mejor dicho mi postura, es que empresas como Windows llegan incluso a lanzar nuevos sistemas operativos realmente mediocres a sabiendas de que tendrá el mismo éxito en cuanto a ventas o, por lo menos, la inversión en la creación del sistema se va a ver rentabilizada con ese mayor o menos número de ventas. Es el ejemplo de Windows Vista, sistema que no fue muy aceptado para los entendidos de la materia, pero sistema también que la gente no supo prescindir de él. Al poco tiempo de lanzar Windows Vista, Microsoft ya trabajaba con su nuevo producto: Windows 7.


Si queréis obtener más información sobre la obsolescencia programada, os dejo aquí el enlace que os dirigirá a un video explicativo que muchos de aquí supongo ya habréis disfrutado:

http://www.youtube.com/watch?v=QosF0b0i2f0

No hay comentarios:

Publicar un comentario